Sin embargo, ahora se estima un repunte de hasta el 10% en los casos de meningitis bacteriana. Para intentar paliar este repunte los médicos confían en la vacunación sistemática de niños contra el meningococo B, siguiendo el calendario de vacunación infantil de cada comunidad.
Cabe recordar que esta enfermedad se trata de una inflamación de las membranas que cubren el cerebro y la médula espinal (meninges), y que las más graven son las ocasionadas por hongos y bacterias, pudiendo llegar a provocar la muerte. Se estima que el 20% de la población es portador a de algún tipo de bacteria que puede provocar una meningitis grave. Y aunque estas personas nunca lleguen a sufrirla, pueden contagiar a personas más vulnerables y débiles, por lo que la vacunación es clave para proteger a este sector.
La meningitis es la principal causa de muerte en niños y adolescentes, y más aún en aquellos de países de bajos ingresos, por lo que ya en este punto la OMS se ha propuesto, entre otros objetivos, eliminar la pandemia de la meningitis bacteriana, a través de la vacunación, la reducción de la discapacidad y la mejora de vida tras padecer esta enfermedad. Se puede llegar a sufrir sordera, déficits motores e intelectuales y epilepsia. También si la infección llega a pasar a la sangre se pueden producir fallos vasculares, en los órganos e incluso gangrenas, lo cual todo esto necesitaría intervenciones quirúrgicas.