Puede que hayas oído hablar del síndrome de ovario poliquístico (SOP) en alguna consulta médica, en redes sociales o en una conversación entre amigas. Es uno de los trastornos hormonales más comunes entre mujeres en edad fértil, pero también uno de los más incomprendidos. Muchas veces se asocia solo con tener quistes en los ovarios, cuando en realidad implica una alteración más compleja que afecta al ciclo menstrual, la fertilidad, el metabolismo y, en algunos casos, incluso al estado emocional.
No es extraño que una mujer con SOP pase años sin diagnóstico o sin una explicación clara. Las reglas irregulares se achacan al estrés, el acné se trata con cosméticos, y el cansancio crónico se normaliza. Sin embargo, detrás de todos estos síntomas puede haber un desajuste hormonal que conviene identificar y tratar de forma integral.
¿Qué es el síndrome de ovario poliquístico?
El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es un trastorno hormonal que afecta principalmente a los ovarios y al equilibrio endocrino de las mujeres. Se calcula que entre un 5 % y un 10 % de las mujeres en edad reproductiva pueden tenerlo, aunque muchas no están diagnosticadas.
A pesar de su nombre, no implica necesariamente tener quistes. Lo que ocurre en realidad es una alteración en la ovulación, en la producción de hormonas sexuales (especialmente los andrógenos) y, en muchos casos, una respuesta anómala del cuerpo a la insulina. Todo esto genera un conjunto de síntomas que varían en intensidad y forma de una mujer a otra.
No debe confundirse tener ovarios con aspecto poliquístico en una ecografía —algo que puede aparecer en mujeres sanas— con el diagnóstico de SOP, que requiere una evaluación más completa.
¿Qué síntomas presenta el SOP?
El síndrome de ovario poliquístico puede manifestarse de distintas formas, y no todas las mujeres experimentan los mismos signos. Sin embargo, existen algunos síntomas comunes que ayudan a orientar el diagnóstico.
Trastornos del ciclo menstrual
Uno de los signos más característicos es la irregularidad en las menstruaciones. Pueden pasar más de 35 días entre regla y regla, o incluso desaparecer durante meses. En muchos casos, no se produce ovulación (anovulación), lo que afecta directamente a la fertilidad.
Exceso de andrógenos
El aumento de hormonas masculinas (andrógenos) en sangre puede provocar síntomas visibles:
- Acné persistente, incluso en edad adulta.
- Hirsutismo: crecimiento excesivo de vello en zonas como el mentón, el pecho o el abdomen.
- Caída del cabello (alopecia de patrón femenino).
Alteraciones metabólicas
Muchas mujeres con SOP presentan resistencia a la insulina, lo que significa que su cuerpo no utiliza esta hormona de forma eficaz. Esto puede traducirse en:
- Aumento de peso, especialmente en el abdomen.
- Dificultad para adelgazar pese a una alimentación saludable.
- Mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Otros síntomas
Algunas mujeres también refieren:
- Dolor pélvico leve o molestias ováricas.
- Cansancio constante.
- Cambios en el estado de ánimo, ansiedad o bajones emocionales.
- Problemas para quedarse embarazada.